Las tecnologias y yo

Las tecnologías y yo


Nací en 1984, así es que mis primeros recuerdos a cerca de la tecnología comienzan a fines de esta década. Un juguete de mis hermanos que era un robot tipo transformer que tenia una pantalla en la cual se veía hacia donde iba el robot, sus viajes por el espacio y los enfrentamientos con los enemigos.
Era el Día de Reyes de 1992, a los siete años, mis papas me regalaron un equipo de música que a simple vista era una casita. El techo se levantaba y ahí tenia las opciones para poner cassettes. En la puerta tenia el parlante, así que cuando la abría podía escuchar mejor, en la parte del césped había flores: una para subir y bajar el volumen; otra, para poner FM o AM. Era hermosa, mi papa la había comprado por catalogo, porque eran importadas. Avanzo muchísimo la tecnología pero no volví a ver una radio así.
Al otro año mi hermano viajo a Brasil, y a la vuelta de pasada por Uruguay, compro una muñeca increíble. Tenia el cuerpo con pliegues como un bebe, y respondía a los estímulos que se le daban. Apenas la prendía, ya empezaba a actuar como una nena, decía cosas como: Tengo hambre, dame la vuelta, te quiero. Hasta durmiendo con ella me ha llegado a despertar para que le ponga la mamadera en la boca, lo que provocaba un sonido similar al del bebe cuando toma la leche.
En esos años, mi papa compro la computadora, muy moderno: había que prenderla, poner el sistema operativo, DOS, y elegir que queríamos hacer para poner el diskette correspondiente a la tarea. Los juegos era lo que yo hacia: Prehistoric, El príncipe de Persia, Pac man, Tetris. Y la pantalla a color…naranja y negro.
En mi casa las tecnologías eran el minicomponente, los televisores, el telefono inalámbrico. Hasta que un día mi mama dijo basta de calentar comida en las ollas, y se compro un microondas. Estábamos enloquecidos, así es que nos empezó a gustar la comida recalentada.
Para 1995 aproximadamente, apareció en mi vida el celular, eso era modernidad. Hablar por telefono donde quisiéramos, en la calle, en el supermercado. Hay una imagen de mi mama (con respecto a esto que mencione antes de hablar por teléfono mientras hacemos otra cosa) y es, caminando por la calle, le suena el celular, y automáticamente se frena y recién ahí puede entablar una conversación. Cosa que puso en practica por mi insistencia y hoy ya no lo hace. Es un detalle que dice mucho para mi, porque marca como la gente que incorpora estos aparatos siendo adultos le resulta muy difícil hacerlo de manera natural. Lleva todo un proceso y quizá yo me vea haciendo esos procesos dentro de 25 años vaya a saber con que nuevo chip.
Y así fui incorporando Internet, algo impensado realmente. Hablar con alguien con lo inmediato del teléfono pero escribiendo. Lo cual es mucho mas ventajoso teniendo en cuenta que uno puede decir las cosas, retractarse y decir otra cosa sin que el receptor se entere…fabuloso.
Hoy en día, algo que si me parecía totalmente imposible, hablo con mi abuela (de 85 años) por celular, chateo con ella siendo ella quien escribe a un ritmo adecuado, nos vemos por la cámara web, y me manda besos. Así conoció a mi hija, su bisnieta 24 y a su bisnieto 32. Increíble. Mi abuela, quien nació en el año 1924, donde no existía el televisor, sin el cual hoy, no me imagino vivir. Me pregunto si alguna vez pensó que conocería a sus bisnietos a través de una cámara web.

Virginia Gersicich

Mapa conceptual: Vision Integradora de la Educacion

La visión integradora de la educación, propone reemplazar el modelo actual de la curricula por uno donde se integren no solo los conocimientos establecidos sino también las experiencias personales y sociales del alumno y del docente. Integrándolas de manera que todos esos aspectos entren en juego a la hora del aprendizaje en el aula. Así, romper con los límites establecidos por el modelo actual educativo, haciendo del aprendizaje una herramienta y no un deber. De esta manera, el profesor pasa a ser una de las tantas fuentes de información, y no la única. Se aprende en la multiculturalidad.
Las nuevas tecnologías nos plantean un nuevo panorama de la manera de comunicarnos, de conocer y entender el mundo.
Así, cada docente debe integrar las experiencias personales y sociales del niño, sus conocimientos previos y sus concepciones de la vida, para un mejor desarrollo y aprendizaje de cada alumno y del grupo en conjunto.